La Confederación Española de Empresas de Formación (CECAP) alerta de una combinación de factores que contribuirá a intensificar la ya difícil situación que lleva viviendo el sector en los últimos años, especialmente en el ámbito de la lucha contra el intrusismo y la competencia desleal; en definitiva, competir contra quienes operan en la economía sumergida, saltándose normativas, regulaciones, impuestos, cotizaciones, etc.

Los miembros que trabajan en la subcomisión Ética, creada dentro de la asociación para tratar todos los asuntos relacionados con la competencia desleal en formación, alertan de que la situación derivada de la crisis de la COVID-19 está conduciendo, a falta de medidas, a un aumento exponencial de la actividad en “b” con todas las implicaciones negativas que esto conlleva, no solo para los empresarios y trabajadores del sector, sino para la sociedad en general.

Entran en juego ahora, además, las duras restricciones derivadas de las medidas adoptadas para la prevención en relación con la COVID-19. En este nuevo escenario cualquiera puede anunciarse en una plataforma o en redes sociales y acceder al mercado saltándose todas las normativas, sin estar dado de alta en Hacienda ni en la Seguridad Social, ni tener que lidiar con ningún tipo de regulación (licencias de actividad, convenio sectorial, seguros de responsabilidad civil, protección al consumidor, fiscalidad oficial, etc.). Una mala praxis que deja huella y es fácilmente rastreable por parte de la Administración.